miércoles, 27 de mayo de 2015

Recordamos el Día del Documentalista en memoria de Raymuyndo Gleyzer

“Soy un cineasta argentino y hago películas desde 1963. Todas tratan sobre la situación social y política de América Latina. Trato de demostrar que no hay más que un medio de realizar cambios estructurales en nuestro continente: la revolución socialista”, 
Raymundo Gleyzer en Pesaro, 1973 (Documentos/testimonios). 


Recordamos el Día del Documentalista en memoria de Raymuyndo Gleyzer. El documentalista fue secuestrado el 27 de mayo de 1976 por un grupo de tareas paramilitar. Desde ese día permanece desaparecido. 

Nació el 25 de septiembre de 1941 en Buenos Aires. Sus padres eran actores del teatro independiente. Luego de estudiar cine en la Universidad de La Plata, Raymundo comenzó a realizar numerosos documentales en donde fueron confluyendo sus intereses políticos. 

Su primer experiencia documental fue “La tierra quema”, de 1964, en donde analizaba la situación del sertao en el nordeste brasileño. 

Emparentadas con esta temática, se encuentran diferentes realizaciones en el interior de nuestro país “Ocurrido en Hualfin”, “Ceramiqueros de Tras la Sierra”, “Quilino” –codirigida con Jorge Prelorán-, etc. 

Su primer largometraje fue “México: la revolución congelada” (1970), donde teoriza respecto a la situación mexicana y traza un paralelo con el peronismo. 
Aunque sabia que no existía una organización perfecta, Raymundo consideraba “que la incorporación a una organización que tenga un proyecto político concreto para la toma del poder es la misión fundamental de todo cineasta, de todo revolucionario que no lo sea nada mas que en palabras”. (Documentos/testimonios) 

Hacia 1971, cuando ingresa al PRT-ERP, realiza los comunicados de dos acciones del ERP. Luego de la masacre de Trelew del 22 de agosto de 1972, realiza “Ni olvido ni perdón” montando una entrevista televisiva a los asesinados. 

De 1972 es también “Los Traidores”, su único film de ficción. Allí se cuenta el ascenso de un burócrata sindical, y su posterior ajusticiamiento por una agrupación armada. 

Raymundo consideraba que se podía producir un sinnúmero de films políticos pero estos solo lo veían los intelectuales y que los verdaderos destinatarios debían ser los trabajadores, por eso el grupo comienza a llevar el cine político y fundamentalmente "Los Traidores" a la gente, yendo a los barrios, a los sindicatos, a las fábricas. Así se concreta la agrupación “Cine de la Base”, en conjunto con militantes del PRT (en su mayoría) que participaban de la realización de las películas. 

El corto “Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan” (1974), fue su última película y trata sobre el problema del saturnismo (intoxicación con plomo) en los obreros de INSUD. 

Se supo de Raymundo que se encontraba en el campo de concentración "El Vesubio" junto al escritor Haroldo Conti. Los sobrevivientes de "El Vesubio", relatan que mientras estuvo allí fue salvajemente torturado y dejado ciego. 

Sus compañeros de "Cine de la Base" y los demás cineastas militantes salvaron sus vidas por el silencio de Raymundo en las torturas. 

Pasó a integrar la lista de los 30.000 desaparecidos que dejó la dictadura militar argentina entre el 76 y el 83. 
Aquí el testimonio de Juana Sapire, su compañera de toda la vida, en el marco de la actividad "No nos han vencido", realizada en FATPREN.


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