jueves, 8 de noviembre de 2007

“Las reporteras son blanco en lugares sin ley”


Así lo reconoce la periodista Judith Matloff, en sintonía con los datos brindados por el Instituto Internacional de Seguridad en las Noticias quien encontró que más de la mitad de las reporteras de guerra encuestadas sufrieron ataques sexuales en su trabajo. Las cronistas ocultan los abusos sexuales por el temor de que se les retire una tarea o de ser tratadas de manera diferente.


Una fotógrafa en India que fue atacada por un grupo que le desgarró la ropa antes de que un espectador interviniera no le dijo a sus editores lo que había ocurrido. 'Salí igual que los hombres. No quiero que se me considere más débil en ningún aspecto', dijo a Judith Matloff, una reconocida corresponsal de guerra y profesora en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia.


Las periodistas locales se enfrentan al riesgo adicional de ataques con motivación política. Los rebeldes violaron a una mujer con la que Matloff trabajó en Angola por sus supuestas simpatías hacia el partido gobernante.


Debido al sigilo que rodea los ataques sexuales, es difícil juzgar su frecuencia. Matloff se enteró de una docena de ataques, principalmente en zonas de combate. Entre los perpetradores hubo empleados de hotel, personal de apoyo, colegas e incluso policías y guardias de seguridad.
Una encuesta realizada hace dos años por el Instituto Internacional de Seguridad en las Noticias encontró que de las veintinueve periodistas encuestadas que participaron, más de la mitad informaron de ataques sexuales en su trabajo. Dos dijeron que habían sufrido abuso sexual.

La falta de un debate público ayuda a explicar por qué no hay capítulos que traten el acoso y ataque sexual en los principales manuales sobre seguridad de periodistas del Comité para la Protección de los Periodistas, CPJ y la Federación Internacional de Periodistas (FIP), dice Matloff.

Para las periodistas, Matloff recomienda capacitación sobre ambientes hostiles. 'Nadie cuenta a las mujeres que el desodorante puede actuar como una maza cuando se rocía en los ojos, por ejemplo, o que es posible obtener alarmas para puertas o que, en algunas culturas, se puede ahuyentar a los violadores si se afirma que se está menstruando', aconseja.
Agencia Artemisa

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