martes, 10 de julio de 2012

Paraguay: Màs de 300 firmas acompañan una declaraciòn contra la censura y los despidos

Tras un día de circulación por algunas escasas redes sociales, se reunieron  300 adhesiones contra la censura, el amedrentamiento y las presiones que se están produciendo en los medios de comunicación y, particularmente, en las instituciones del Estado y el sistema público de medios del Paraguay.

Estas adhesiones han sido realizadas principalmente por trabajadores e investigadores de Argentina y de otros países de Latinoamérica, vinculados al campo de la comunicación, al periodismo y al derecho a la información.

"Bienvenido sea que alcemos nuestras voces en defensa de la libertad de expresión y que repudiemos cualquier forma de censura", indicaron Gerardo Halpern y Washington Uranga promotores de la iniciativa.


Consideraron también que la situación en Paraguay tras el golpe de Estado que derrocó a la presidencia de Fernando Lugo es grave. "Hemos recibido denuncias y pedidos de solidaridad desde el Paraguay que exigen no dejar que el tema se pierda en el olvido y menos aun que se naturalice el quiebre institucional que se ha producido en el vecino país".

Finalmente desearon que estas más de trescientas firmas, que continúan incrementándose, sirvan no sólo como acompañamiento a los trabajadores de los medios de comunicación del Paraguay en defensa de la libertad de expresión y opinión, sino también como un aliento al pueblo paraguayo en general y un alerta para el resto de la región para que no se acepten interrupciones de los procesos democráticos elegidos por la voluntad popular.

SI NO FIRMASTE AUN LEE EL DOCUMENTO Y ENVIA TU ADHESION A

contralacensuraenparaguay@gmail.com

DECLARACIÓN CONTRA LA CENSURA Y LOS DESPIDOS DE TRABAJADORES DEL SISTEMA DE MEDIOS PÚBLICOS EN PARAGUAY


Apenas dos semanas después del golpe de estado institucional en Paraguay vemos con enorme preocupación que, pese a las declaraciones de los nuevos funcionarios en favor de la libertad de expresión, la persecución ideológica ha llegado a los medios de comunicación y, particularmente, a las instituciones del Estado y al sistema público de medios. Constatamos con intranquilidad, temor y rechazo, los despidos sin causa –sugerentemente acompañados de comentarios ofensivos contra la libertad de opinión y contra las adscripciones ideológicas de cada trabajador-  que se vienen  produciendo en los espacios democráticos y plurales que se fueron construyendo durante los últimos cuatro años en el Paraguay.
Esos ámbitos han resultado ser la demostración de la verdadera posibilidad de generar espacios públicos de deliberación, opinión e identificación que rompan con las monocordes expresiones mediáticas del Paraguay.
Si algo se puede destacar del gobierno de Fernando Lugo de manera indiscutible es que ha sido coherente en su defensa de la libertad de expresión y del derecho a la información. Sin embargo, tras el golpe, asistimos a gran cantidad de despidos, presiones, amenazas y amedrentamientos que afectan las condiciones de vida de los trabajadores de los medios públicos así como las libertades de expresión y opinión de los periodistas de los diferentes medios y ámbitos del campo comunicacional del Paraguay.
Pero al mismo tiempo estas presiones perturban al pueblo paraguayo en tu totalidad, sujeto del derecho a la información, impedido de acceder a informaciones y opiniones plurales por decisión de patronales que, públicas o privadas, restringen la posibilidad de que sea cada individuo el que resuelva su visión de las cosas con independencia.

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